Alergias respiratorias y somnolencia: un peligro al volante

Llega el buen tiempo y con él, las temidas alergias. Picor de ojos, fatiga, estornudos constantes, dolores de cabeza y musculares, congestión nasal…son algunos de sus síntomas más comunes. Veintitrés millones de españoles padece algún tipo de alergia, y se espera que para el 2020, el 50% de la población española sufra afecciones alérgicas de algún tipo. Las respiratorias son las más molestas y también las más peligrosas al volante. La época anual de alergias abarca seis meses desde marzo hasta septiembre. Entre el 2 y el 5% de los accidentes anuales con heridos guardan relación con las alergias respiratorias (siendo mortal el 2% de estos siniestros).

ALERGIAS RESPIRATORIAS

Síntomas

-Necesidad constante de sonarse
-Ojos y visión borrosa.
-Estornudos constantes.
-Fatiga y dolores de cabeza.

Consejos

-Conducir con las ventanillas
cerradas y no poner fuerte el aire acondicionado.
-Mantener limpios los conductos de ventilación y el filtro antipolen.
-Evitar conducir al amanecer y por zonas húmedas por su alta concentración polínica.
-No consumir alcohol
-Utilizar gafas de sol.
-No automedicarse

En un segundo, un conductor que circula a 100 kilómetros por hora no percibe lo que ocurre en la carretera durante 28 metros.
Una serie de estornudos de 2 ó 3 segundos puede llegar a dejarle sin visión de la carretera durante casi 100 metros. Esta distancia es incluso mayor ya que el conductor siempre “se prepara” antes de que llegue el estornudo, esa sensación tan molesta al conducir pero que alivia los síntomas de picor en la nariz y las vías respiratorias.

Posteriormente al estornudo hay otro breve lapso de tiempo hasta que se recupera el nivel de atención en la carretera que antes se tenía, por lo que el espacio recorrido durante ese tiempo no posee un grado de atención óptimo que garantice nuestra seguridad al volante.

Los medicamentos que más se utilizan para combatir las alergias son los conocidos como antihistamínicos, y aunque existe la creencia de que son inofensivos a la hora de conducir, lo cierto es que pueden ser contraproducentes e incompatibles con la conducción, a causa de los principios activos de que están compuestos, que pueden producir somnolencia, entre otros efectos secundarios. Por este motivo, es importante conocer qué medicamentos son los que más afectan a la conducción y en qué medida.

Los antihistamínicos han ido evolucionando con el tiempo. Los de primera generación, como los compuestos por Dimenhidrinato (Biodramina) o la Doxilamina (Dormidina), producen somnolencia y unos efectos en la capacidad de conducción similares a conducir con una tasa de alcohol en sangre de 0,5-0,8 g/l. Los de última generación, como las Cetirizinas (Alercina) o la Desloratadina (Aerius) no suelen producir somnolencia pero deben tomarse con precaución. Ni unos ni otros deben mezclarse con alcohol y siempre, si se compran sin receta médica, es necesario consultar al farmacéutico sobre sus efectos secundarios.

Desde 2007, los medicamentos que afectan a la capacidad de conducción deben llevar obligatoriamente un pictograma como el que figura debajo, que indique a las claras su peligrosidad si se va a conducir.

Los conductores que estén tomando antihistamínicos para la alergia deben guardar una serie de precauciones a la hora de conducir:

-Consultar al médico o al farmacéutico sus efectos secundarios y evitar conducir si no es necesario. Echar un vistazo al prospecto.
-No mezclarlos con alcohol, ni en pocas cantidades. Hay que evitar tomar también café, té u otras sustancias estimulantes.
-Seguir las indicaciones de toma del medicamento sin alterarlas.

Situaciones que favorecen la somnolencia al volante

Hay determinadas situaciones al volante que favorecen la somnolencia al volante, además de la ingestión de medicamentos, por lo que hay que estar especialmente vigilantes en esos momentos:
Conducir entre las 3:00 h y las 5:00 h de la mañana y entre las 14:00 h y las 16:00 h es peligroso porque se trata de las horas de mayor riesgo, ya que nuestro biorritmo está más bajo. Dormir menos horas de las habituales, tampoco ayuda, así como tener un sueño de baja calidad o sufrir trastornos del sueño como la apnea o la narcolepsia.
Hay que señalar también que no todas las personas son iguales. Muchas son más activas por la mañana (personas matutinas) y otras lo son por la tarde (vespertinas) por lo que su régimen de atención también estará modificado. Si a eso le sumamos una situación de tráfico monótono, como un atasco, o una conducción nocturna en una vía rápida con poco tráfico, tendremos un escenario perfecto para que aparezca la sensación de sueño. El cuadro de abajo señala los peligros de conducir bajo un cuadro de somnolencia producido por la toma de antihistamínicos.

Fuente CNAE

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